EL CUADERNO
Cuando en 1941, la joven de ascendencia judía, Ana Frank, con sólo 12
años, cogió por primera vez un cuaderno, el nazismo empezó a tambalearse.
Esa simple cuadrícula de papeles ordenados, donde ella intentaba plasmar
sus ilusiones recién nacidas, ¿qué otra cosa iba a hacer frente a la
insoportable intolerancia de aquel mundo que quería exterminarla por el sólo
hecho de haber nacido judía…? Ese humilde
cuaderno, en fin, haría más por combatir
la locura de las cámaras de gas que las miles de toneladas de bombas que arrasaron
Alemania. Un cuaderno es el soporte de la humanidad cuando la barbarie ruge, es
la luz en medio de las tinieblas, la semilla de la esperanza.
Un cuaderno mañana será un abrazo
al pasado, pero hoy es un arma cargada de futuro. Sus páginas son los labios
que permitirán el beso. Cuando se acaricia un cuaderno se acaricia un alma. Es
la alfombra por la que marcharán nuestros sueños. Por eso nadie nunca pisa un
cuaderno. Hay que tener mucho cuidado de no pisar los sueños…
EL BLOC
El bloc es la caja de lápices de
colores que dibujan el mañana. Abrir un bloc es abrir el porvenir. Sus
argollas, al cerrarse, apresan nuestros aciertos. Pero hay ventanas al futuro
que se abren fácilmente…
El bloc es el muro donde se expone
el alma, el lienzo de la mitología íntima, el Olimpo de nuestros nuevos dioses.
El bloc trasciende nuestra
solitaria reflexión y la comparte, en comunión entusiasta, con el mundo. Hola
Mundo, Nos saluda actualizado, flexible y democrático. ¿Alguien sabe de qué
color será el mañana? El bloc sí, porque el bloc pinta el presente con colores
del futuro.
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